Su nombre en italiano es Parmigiano Reggiano y su origen se remonta a la Edad Media en la ciudad de Parma. Posee un característico color marfil y una textura de cuerpo firme propio de una larga maduración. Su sabor y aroma se mezclan equilibradamente conformando un producto al paladar con sabor intenso de gran cuerpo. Es un queso de gran versatilidad en la cocina indispensable para aderezar pasta, carpaccio o como acompañante en ensaladas, sopas, incluso como postre. Además es un queso que dada su maduración es de muy fácil digestión Se recomienda un buen Merlot para acompañar.